-La enfermedad ha avanzado mucho señor, no podemos controlarla. Me temo que sí.-
-Hoy?, mañana? En un mes?.-
-No podría decirle señor, pero podría decirle que no sentirá dolor-
-Entonces cuando muera, ¿no sabré que estoy muerto?-
-Creo que no -
Por favor, no llores más. Sabes que nunca tolere que lloraran. Estaré bien, lo prometo, cuidare de ti cada día, cada noche intentare abrazarte en sueños y velar por ellos. Tendrás un despertar cálido junto a mi. Aunque mi cuerpo no esté presente, podrás sentirme.
Mi compañía estará siempre contigo, no te dejare sólo, todo será como antes. Por favor, no llores más.
El tiempo se me agota, la luz cada vez se me apaga más, mi cuerpo está muy cansado ya del dolor y ha decidido dormir. Deja qué me vaya recordándote con un sonaría. Mira! Yo sonrió para ti, vamos, dame una sonrisa.
Por favor, sabes que te quiero y no quiero verte mal, deja de llorar. El dolor que siento físicamente no se compara al que siento al verte llorar.
Te agradezco la compañía, tanto tiempo a mi lado, ha debido ser muy duro, días de desvelo, noches de angustia, tu incansable lucha por mantenerme con vida. Tu amor es único y me lo llevare a donde quiera que vaya, y desde ahí, te seguiré amando como lo he hecho hasta ahora.
Me retiro de este mundo, con la satisfacción de haberme sentido amando, mi familia, mis amigos, mis parejas. Todos y cada uno de ellos. No puede haber persona más feliz que yo en este mundo al verme rodeado de la gente que amo.
Se acabó, es el momento, la luz se desvanece, mi cuerpo desaparece perdido entre la multitud. Me elevo. Desde arriba, contemplare a todos y a cada uno de los que me acompañaron hasta el final.
Estaré bien. Lo prometo.
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